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miércoles, 20 de enero de 2016

¿QUIEN ES MONSANTO = BÀYER? Y SUS ALIMENTO TRANGENICOS PERJUDICIALES PARA LA SALUD.

¿QUIEN ES MONSANTO = BÀYER? Y SUS ALIMENTO TRANGENICOS PERJUDICIALES PARA LA SALUD.


Monsanto = Bàyer, empresa transnacional que controla alrededor de 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas. En México, esta transnacional es la principal beneficiaria de los primeros permisos de siembra experimental de maíz transgénico.

A fin de obtener ganancias, Monsanto hace lo que sea: no duda en violar la ley, sobornar funcionarios, afectar la salud de la gente o contaminar el ambiente. A lo largo de su historia, Monsanto ha acumulado un sucio expediente de hechos, irregularidades y sanciones:

Produjo y comercializó el agente naranja, usado durante la guerra en Vietnam y responsable de la muerte y el desarrollo de cáncer en miles de civiles inocentes. El agente naranja está hoy prohibido.
Produjo y comercializó el DDT y los PCB o askareles, químicos causantes de graves daños a la salud humana y al ambiente. Ambos están hoy prohibidos.

Fue condenada a pagar 1.5 millones de dólares por sobornar a las autoridades de Indonesia para introducir algodón transgénico en ese país.
Fue condenada en Francia en 2006 por publicidad engañosa sobre las falsas propiedades ecológicas del herbicida Round Up.
Fue condenada en EUA en 2010 a pagar 2.5 millones de dólares por más de 1700 violaciones a normas de bioseguridad.

¿Por qué Monsanto es la peor compañía sobre la faz de la tierra?
La mayoría de las personas saben de las atrocidades anti-natura que Monsanto ha cometido, pero para los que no, aquí una lista de ellas.

¿Qué hace Monsanto? Monsanto es una de las multinacionales que abarca el mercado alimenticio, usa una serie de semillas transgénicas para sus cultivos y también abarca el mercado mundial de pesticidas. Monsanto ha sido criticado también por limitar la variedad de semillas, y por lo tanto cultivos en el mercado, más lamentablemente ninguno de estos ejemplosno se compara a otras de las acciones y fundaciones en las que ha estado involucrada la multinacional:

1. Monsanto estuvo involucrada en la fabricacion de la primera bomba nuclear en la Segunda Guerra Mundial y operó una planta nuclear en la década de los ochenta para el gobierno estadounidense.

2. En 1944 Monsanto inició con la fabricacion de DDT, un pesticida que después se prohibió en Hungría en 1968, Noruega y Suecia en 1970, Estados Unidos en 1972. Durante la Convención de Estocolmo en el 2004 se prohibió su uso general, ya que se acumula en tejidos grasos y en la leche y causa daños irreparables en los riñones e hígado.

3. Durante la Guerra de Vietnam, Monsanto fue una de las 7 compañías que le dieron Agente Naranja al gobierno de Estados Unidos. (sin embargo su fórmula era cien veces más fuerte que las demás) como parte de su programa de Guerra Química. El gobierno de Vietnam estima que a causa del Agente Naranja murieron 400 mil personas y en los años siguientes medio millón de bebés nacieron con defectos.

4. Somatotropina bovina (abreviado como BST), es una hormona de crecimiento artificial ampliamente utilizada en Brasil, Estados Unidos y México. Ha sido prohibida en el resto del mundo ya que se ha ligado con problemas de salud (cómo cáncer). La hormona es utilizada por Monsanto.

5. El uso del aspartame fue aprobado en 1974 y para 1998 era el causante principal de quejas relacionadas a los aditivos. El edulcorante no calórico causa dolores de cabeza, diarrea, cambios de humor, vomito etc. también se ha ligado al cáncer y diabetes. Monsanto fundó la compañía a NutraSweet en 1980 y gozó el monopolio de los venenosos endulzantes sin calorías unos años.

6. Desde la década de los noventa la variedad en semillas (y cómo consecuencia en cultivos) ha disminuido un 90% ya que Monsanto se ha dedicado a comprar todas las semillas y vender exclusivamente las que ellos han manipulado genéticamente. El problema con esto último es que no sólo han comprado gran parte de las semillas orgánicas, sino han estado comprando a las compañías que venden semillas y así han reducido el número de semillas —por lo tanto comida.

7. La solución de Monsanto a la muerte de abejas no fue analizar y renovar sus tóxicos métodos de cultivo. Estos son demasiado nocivos para la fauna que poliniza las plantas por lo que han afectado ecosistemas enteros. En vez se han enfocado en un acercamiento completamente anti-natural: abejas biónicas.

Entonces: ¿Es Monsanto la peor compañía del mundo? Es probable que así sea, pero esto es en gran parte porque lo permitimos y hasta lo alentamos al comprar sus productos en vez de apoyar a productores locales y orgánicos. El problema con Monsanto es que es difícil detectar sus cultivos. No vemos en el supermercado jitomates o manzanas que dicen Monsanto. Para evitar comer sus productos (o los de las otras multinacionales como Cargill, Halliburton, Bechtel, o De Beers) hay que enfocarnos en consumir sólo productos orgánicos. Los alimentos procesados indudablemente tendrán algún producto/ingrediente transgénico, criado y formulado reteniendo químicos y pesticidas.

1. ¿Qué son los organismos genéticamente manipulados o transgénicos?
LOS NUEVOS FRÀNKENSTEIN. Los encontramos mezclados en nuestros alimentos en las góndolas de supermercados (maíz y porotos de soja genéticamente manipulados). Los encontramos creciendo en campos de experimentación y de cultivo en nuestro país. En la Argentina hoy existen la soja, el maíz y el algodón transgénicos, pero ya se habla de peces o cerdos transgénicos y otros organismos vivos que in-gresan en esa categoría. A la técnica emplea-da se la conoce bajo diversos nombres como ingeniería genética, modificación genética o manipulación genética. Los tres términos significan la misma cosa, el traslado de genes, generalmente de una especie a otra. Los cultivos existentes incluyen máiz con genes de bacterias, tomates con genes de peces, o cerdos con genes de humanos. La ingeniería genética llega camuflada bajo el título de “biotecnología”. Como se observa este procedimiento puede hacerse entre plantas de igual especie, entre especies no relacionadas o incluso trasladando genes de una planta a un animal y viceversa. Con esta técnica, llamada "ingeniería genética" se han roto las barreras naturales para la reproducción y creación de seres vivos, pues en condiciones naturales sólo es posible el cruzamiento de plantas o animales de la misma especie o de especies relacionadas. A diferencia de otros métodos biotecnológicos de mejoramiento genético (cruzamientos entre especies parientes), la ingeniería genética va mucho más allá: transforma a los seres vivos.

Greenpeace los apodó "cultivos Frànkenstein" porque son seres mutantes, seres vivos que nunca podrían haber existido en la naturaleza de no mediar el accionar del hombre en un laboratorio.
UNA DECISIÓN CORPORATIVA.

La poderosa industria de la biotecnología ha invertido cientos de millones en un nuevo producto: las semillas transgénicas. Se trata de exactamente las mismas empresas que hasta el momento comercializaban semillas y agroquímicos a nivel mundial. Postuladas por las empresas como salvadoras del hambre mundial, o solución a la aplicación del cóctel de agroquímicos, las semillas transgénicas significan de hecho la renovación del catálogo de productos de Monsanto, Novartis, Du Pont, Aventis ó Astra Zéneca, quienes dominan por completo el mercado mundial de estas semillas. Los organismos transgénicos no obedecen a un requerimiento de Unicef o de la Organización Mundial de la Salud, sino a la lógica misma de la tendencia del mercado: la concentración y la búsqueda de una posición de poder y liderazgo en la base de la agricultura industrial, es decir la industria global de alimentos.

TIPOS DE CULTIVOS TRANSGÉNICOS.
En la Argentina ya existen en el mercado plantas transgénicas con tolerancia a herbicidas (Soja RR) y plagas (Maíz y algodón Bt). En otras partes del mundo, en tanto, se encuentran en distintas etapas de desarrollo plantas resistentes a climas desfavorables, con mayores cantidades de una determina-da propiedad, o plantas con capacidades para prolongar sus períodos de vida. Existen además, la colza resistente a herbicidas; tomates con genes de pez para retardar su maduración; algodón Bt, que al
La palabra "transgénico" proviene de "trans" (cruzar de un lugar a otro) y "génico" (referido a los genes). En resumidas palabras, es todo aquel organismo que tiene incorporado un gen extraño.
Existen además, la colza resistente a herbicidas; tomates con genes de pez para retardar su maduración; algodón Bt, que al igual que el maíz, produce su propio insecticida y por eso es resistente a una plaga determinada. Siguen en la lista variedades de cultivos transgénicos que están siendo probados en distintos lugares del mundo incluida la Argentina; algunos de ellos son: la papa, el brócoli, la coliflor, la papaya, la mandioca, el sorgo, el melón y hasta árboles, como el eucaliptus.

EL GEN TERMINATOR.
En estos momentos, existe una gran presión por parte de la industria biotecnológica para difundir masivamente las "semillas estériles" que contienen el llamado "gen Terminator". Con este gen, patentado como "Sistema de Protección Tecnológica", las corporaciones biotecnológicas quieren obligar a los productores a comprar todos los años la semilla y los productos agroquímicos que ellas mismas producen. En pocas palabras, pretenden controlar la agricultura y el mercado alimentario mundial. El “gen Terminator” está especialmente pensado para afectar a países como la Argentina, según se deduce de las expresiones del presidente de la empresa Delta & Pine Land Co. (subsidiaria de Monsanto, compañía que desarrolló la Soja RR, utilizada en el país): “Esperamos que [el terminator] tenga implicancias mundiales, en particular en mercados o países donde las leyes de patentes son débiles o directamente no existen”. Por el momento la empresa Monsanto ha anunciado que no insistirá en imponer el “Terminator” en sus semillas aunque se trata de una decisión transitoria.
Un gran número de entidades civiles está cuestionando la seguridad sanitaria y ambiental de esta clase de organismos

TRANSGÉNICOS EN ARGENTINA.
El gobierno argentino ha promovido la ingeniería genética en forma tal que se ha convertido en el segundo productor mundial de organismos vegetales genéticamente manipulados. Muchos alimentos contienen ingredientes modificados genéticamente. Se calcula que el 60% de los alimentos procesados contienen soja y durante la última cosecha este cultivo cubrió el 90% de la producción total con transgénicos con lo que es altísima la probabilidad de estar consumiendo, sin saberlo, soja transgénica. Con respecto al maíz transgénico, la superficie cultivada alcanza un 20% del área sembrada, según estadísticas oficiales. Otro cultivo transgénico, de menor difusión, es el algodón resistente a plagas. La Red de Alerta sobre Transgénicos (Redast) y el Foro de Asociaciones de Consumidores han recomendado a la gente que exija a empresas y autoridades gubernamentales el etiquetado de los alimentos que contienen componentes derivados de organismos manipulados genéticamente. Quienes consumen transgénicos son privados ilegítimamente de su derecho a elegir si quieren o no correr el riesgo de contraer alergias o resistencia a antibióticos. Estos dos últimos riesgos son los más discutidos actualmente por la comunidad científica, sin que hasta el momento exista un fuerte consenso en una u otra dirección. En la Argentina, los supermercados y las autoridades gubernamentales no han reparado en ello, y hasta la fecha los consumidores no pueden identificar entre la comida producida mediante la agricultura tradicional o la que se origina en los laboratorios de la ingeniería genética.
Cultivos (estadistica. 2000) Genéticamente manipulado Naturaleza convencional.

SOJA 90% 9%
MAÍZ 25% 70%
ALGODON 1,2% sin datos

Quienes consumen transgénicos son privados ilegítimamente de su derecho a elegir si quieren o no correr el riesgo de contraer alergias o resistencia a antibióticos.
2. ¿Cómo se pueden identificar los alimentos genéticamente manipulados?

LAS ETIQUETAS DE LOS ALIMENTOS EVITAN DECIR SI CONTIENEN INGREDIENTES TRANSGÉNICOS
Es difícil identificarlos. Los consumidores argentinos, a diferencia de los europeos y japoneses, no pueden elegir lo que comen porque no existe un etiquetado en los productos que advierta si en sus ingredientes o procesados contienen, o no, organismos genéticamente manipulados. El Gobierno no ha previsto ninguna ley que regule este tipo de tráfico de genes en nuestra comida, y ni siquiera le ha dado a los ciudadanos la posibilidad de estar advertidos de ello. Y pese a los reclamos de los consumidores y Greenpeace, las autoridades argentinas siguen dándole la espalda al reclamo de la gente de saber qué es lo que se lleva a la boca. Las empresas, hoy por hoy, no están obligadas a etiquetar. Las comidas vegetarianas han sido las primeras en ser contaminadas genéticamente. Le siguieron las carnes elaboradas (en especial los bocaditos de pollo o las hamburguesas), luego los aceites, que suelen utilizarse en margarinas o mayo-nesas (obviamente también los aceites de cocina contienen componentes de soja) e incluso las golosinas y otros productos de panadería. La soja de Monsanto también estaría en los productos dietéticos. Hoy, en la Argentina, consumir algún alimento que contenga ingredientes con soja, es exponerse a un alto riesgo de introducir en nuestros cuerpos organismos concebidos por la ingeniería genética. Distintas oficinas de Greenpeace en todo el mundo han confirmado en varios test de laboratorios científicos la presencia de soja o maíz transgénicos en los alimentos de consumo masivo. En la Argentina no existen mecanismos para detectarlos o advertirlos en la comida que se consume diariamente.

Hoy, en la Argentina, consumir algún alimento que contenga ingredientes con soja, es exponerse a un alto riesgo de introducir en nuestros cuerpos organismos concebidos de la ingeniería genética.

CÓMO DETECTAR TRANSGÉNICOS EN PRODUCTOS NO ETIQUETADOS.
Queda todavía un resquicio para detectar en forma aproximada a la mayoría de estos organismos genéticamente manipulados. Como se sabe, la soja está presente en el 60% de los alimentos, y debe recordarse que el 90% de la soja que se produce en Argentina proviene de la variedad transgénica patentada por la empresa Monsanto. Teniendo en cuenta esos datos, lo más lógico es suponer que alguien que consume algún producto con derivados de soja, está comiendo la soja transgénica de Monsanto. Lo más práctico es analizar la declaración de ingredientes. Hay que prestar atención en las siguientes palabras en los productos que se compran en los super-mercados: lecitina (la mayoría contiene bases de soja) o lecitina de soja (también aparece camuflado con la insripción INS 322 o 322), proteína vegetal texturizada, proteína texturada de soja, dextrosa, aceite vegetal hidrogenado, emulsificante, proteína de soja aislada o harina de soja. Por el momento, lo único que se puede hacer es evitar aquellos productos que contengan los ingredientes citados en el cuadro de la siguiente página.
Las comidas vegetarianas han sido las primeras en ser contaminadas genéticamente.

RUBRO PRODUCTOS ELABORADOS.
CARNES. salchichas, medallones, supremas, rebosados o bocaditos de pollo, hamburguesas, milanesas, patés, etc.
PASTAS fideos, capellettis, ñoquis, pizzas de mozzarella, ravioles, etc.
CONDIMENTOS. caldos o cubitos de pan.
CEREALES. arroz y cereales para desayuno
GOLOSINAS. galletitas, alfajores, bocaditos, bombones, bizcochos, caramelos, chupetines, chocolates, obleas, turrones, etc.
PANADERÍA. panes lactales, magdalenas, budines, bizcochuelos, tostadas, galletitas de agua o saladas, pan de salvado, etc.
OTROS. leches y chocolatadas en polvo, chocolatadas líquidas, milanesas de soja, sopas, helados, productos de repostería (bizcochuelos, baños de repostería

En la actualidad casi cualquier alimento puede ser genéticamente modificado, lo que significa que estos pueden formar parte de una dieta regular aún sin tener conocimiento de su origen, por ello la importancia de conocer algunas consecuencias de su consumo, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, como:

1. Intoxicación. Además de generar una reacción que puede ser simple como una intoxicación, los alimentos transgénicos pueden causar alergias como resultado de su consumo frecuente.

2. Resistencia a medicamentos. Debido a la transferencia de la resistencia a antibióticos, por el consumo de OGM que contienen marcadores genéticos con resistencia a antibióticos, algunos medicamentos dejan de tener su efecto sobre determinadas enfermedades infecciosas.

3. Envenenamiento. Mayores residuos de agroquímicos en los alimentos, diseñados para resistir un empleo mayor de químicos, suelen contener pesticidas y otros productos, los cuales han sido relacionados con enfermedades crónicas, como el cáncer, según especialistas de la Universidad de Chicago.

4. Mutaciones genéticas. La recombinación de virus y bacterias en los alimentos transgénicos, potencialmente podrían dar origen a nuevas enfermedades o cepas más patógenas de algunas enfermedades como las gastrointestinales.

5. Daño al hígado. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology, aplicado a ratas, el consumo frecuente durante dos años de alimentos transgénicos pueden dar lugar a daño hepático, además de un mayor riesgo de tumoraciones.

Si bien aún se está recabando evidencia de las consecuencias por la ingesta de alimentos transgénicos o genéticamente modificados, la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations, ha emitido diversas alertas para que este tipo de comida esté plenamente identificada a través de su etiquetado, además de recomendar un consumo moderado.

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