EL SIONISMO Y SUS ENGAÑO, LA SINAGOGA DE HA SATÁN.
Sion (en hebreo: צִיּוֹן, tsiyyon; transliterado a veces como Zion, Tzion o Tsion) fue inicialmente el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén. La fortaleza se situaba en una colina del lado sureste de Jerusalén, el Monte Sion, Este nombre se refiere inicialmente al Monte Sion, una montaña cerca de Jerusalén, y a la fortaleza de Sion en la misma. Más tarde, durante el reinado del Rey David, el término "Sion" se convirtió en una sinécdoque para referirse a toda la ciudad de Jerusalén y a la Tierra de Israel. En muchoas cita bíblicas, los israelitas fueron llamados el pueblo, hijos o hijas de Sion (Tehilim 87,2.) 2
Ama IAHUEH las puertas de Sion
Más que todas las moradas de Yaacov..
EL SIONISMO: Podemos definir sionismo como aquel movimiento político encaminado a la reunión nacional de los judíos. Esta definición permite diferenciar con claridad los de judío y de sionista, conceptos que la propaganda sionista ha querido confundir pero que cualquiera con el más mínimo sentido común puede distinguir. El concepto de judío tiene dos acepciones que el DRAE ya distingue: por un lado el judío es el perteneciente al pueblo que habitó la actual Palestina en tiempos pretéritos y por otro, también se denomina judío a quien profesa la fe de Moisés. En un inicio ambas acepciones estaban unidas estrechamente pero con el proceso de secularización paulatino de la comunidad judía se hizo pertinente la diferenciación. Nosotros al hablar de los judíos nos referiremos a los individuos que se sienten pertenecientes a una tradición cultural común, esta definición engloba a las dos acepciones usuales del término “judío”. El sionismo, que no tiene nada que ver con el judaismo como se entiende en la actualidad, surgió en el siglo XIX cuando empezó a difundirse la doctrina que sostiene que cada pueblo debe tener su Estado. En este contexto, los judíos lograron que en 1948 se funde el Estado de Israel, que los sionistas buscan expandir. Debido a que los palestinos también se atribuyen el derecho a residir en dichas tierras, a lo largo de la historia se han desarrollado innumerables conflictos bélicos en los cuales los judíos y árabes se disputaron la región.
EL SIONISMO NO TIENE NADA QUE VER CON EL JUDAISMO
El judaismo está sentado en el legítimo deseo de los judíos de ir a tierra prometida, y el otro que se basa sobre una agenda de dominación y sobre este último precisamente trata esta nota, de demostrar que ese sionismo y judaísmo son cosas absolutamente distintas y que el sionismo lejos de ser algo de carácter espiritual, es una agenda de dominación mundial, donde una pequeña élite quiere hacerse de un gobierno global, y ve al resto de los seres humanos como simples esclavos que deben estar a su completo servicio......... “El sionismo comienza en las ruinas del Judaísmo, en la fuerza donde termina la fuerza de un pueblo. El sionismo no es la continuación, no es el remedio a una enfermedad, sino que significa desarraigar y destruir. Más que a ello aún, distrae al pueblo de su ser, se le opone, marcha contra su voluntad, se revela contra él, lo desarraiga, y toma desde allí un nuevo rumbo, se dirige a un nuevo objetivo, más distante. El sionismo y sus líderes son la base de otro pueblo. Por favor noten no nuevo, no nuevo, no renovado, sino distinto. El que no piensa así o está equivocado o que se engaña a sí mismo.”
El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en la Tierra de Israel («Eretz Israel»).1 2 Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación del moderno Estado de Israel.
Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro de origen judío Theodor Herzl a fines del siglo XIX. El movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a la Tierra Prometida y fue exitoso en la fundación del Estado de Israel en 1948, siendo actualmente el único Estado judío del mundo. Con el proposito de acabar con los arabes palestinos, judios y el mundo entero
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"Sionismo" fue acuñado como término por el editor austriaco de origen judío Nathan Birnbaum, fundador del movimiento estudiantil judío Kadima, en su diario Selbstemanzipation (Autoemancipación) en 1890. Según los historiadores Walter Laqueur, Howard Sachar y Jack Fischel, entre otros, la etiqueta de "sionista" también se usa como un eufemismo para los judíos, en general, por apologistas por el antisemitismo.7
Observadores no judíos y escritores sobre el sionismo, que ven el sionismo político sólo como un intento de “renovación nacional” en lugar de un intento de establecer un liderazgo judío unificado, así como el dominio judío sobre el mundo, están por lo tanto equivocados.
En la opinión de los nazis, el sionismo se mantuvo en el contexto de una conspiración. El propio Hitler presentó una primera versión de este punto de vista en Mein Kampf, cuando rechazó con desprecio la “mentira” de que el sionismo era sobre todo un movimiento centrado en la creación de una patria para los Judíos en Palestina.
EL PODER SIONISTA A LA CONQUISTA DEL MUNDO -
Como una élite de falsos Judíos han logrado engañar al mundo entero.
Ya sabemos que los Rothschild son sionistas, y que al ser estos los dueños de casi todo el sistema financiero existente, y de prácticamente casi todo el oro del planeta, es que desde hace más de dos siglos, se las han arreglado para configurar todo el sistema económico, cultural, político y social globales, a su entero antojo, esto junto con la realeza europea y su socios los Rockefeller en América. Los Rothschild son los "arquitectos" de cómo es actualmente el mundo, y en su momento, dada la urgencia sionista de hacerse de Palestina, es que se inventaron la segunda guerra mundial, para lograr su objetivo que era adueñarse de esa región, pero -dirán algunos-... si esto es de locos!!, si fue Hitler el causante!!...así es, fue Hitler, pero con la ayuda y financiamiento de bancos y empresas industriales de los Rothschilds, y es así como tenemos que el ascenso al poder de Hitler -que partió bien sacando a la banca sionistas de Alemania- al final terminó rendido, apoyado y financiado por el sionismo, cuyo verdadero objetivo con la segunda guerra mundial fue eliminar a los verdaderos judíos, asesinando a unos cuantos miles (principalmente a los semitas), para después inflar las cifras, y así tener la excusa perfecta para ir a Naciones Unidas a pedir el territorio palestino, -obviamente disfrazados de judíos-, que ya desde 1897 el sionismo tenían planeado que sería para ellos. Yo entiendo que esto les puede sonar extraño, pero es absolutamente así, Hitler fue al final un aliado de los sionistas-satanistas, (no así el Nazismo como doctrina mística), y tal como Osama Bin Laden que también fue un producto de la CIA (una de las tantas agencias de inteligencia sionista, y digo tantas pues todas lo son, KGB, MI6, MOSSAD, etc.)... bienvenidos a la realidad!!, y nunca olviden que la historia "oficial" la escriben los que ganan las guerras, y hasta aquí, los sionistas las han ganado todas!!, porque las diseñan, deciden quién gana y quién pierde, han armado y financianciado ambos lados de todos los conflictos desde la revolución francesa en adelante y obviamente al ser un juego de ellos, -y bajo sus reglas-, es imposible que pierdan... Los dueños del sistema
El poder oculto: De donde nace la impunidad de Israel
La gran complicidad internacional con las masacres periódicas israelíes no se gestan por miedo a Israel, sino por miedo a lo que representa el Estado judío. Israel es el símbolo más emblemático, la patria territorial del sionismo capitalista que controla el mundo sin fronteras desde los directorios de los bancos y corporaciones trasnacionales. Israel, básicamente, es la representación nacional de un poder mundial sionista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y del resto de los Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos. Y que controla el planeta desde los bancos centrales, las grandes cadenas mediáticas y los arsenales nucleares militares.
A) El poder oculto
Israel, es la más clara referencia geográfica del sistema capitalista trasnacionalizado que controla desde gobiernos hasta sistemas económico productivos y grandes medios de comunicación, tanto en los países centrales como en el mundo subdesarrollado y periférico.
El Estado judío, más allá de su incidencia como Nación, es el símbolo más representativo de un poder mundial controlado en sus resortes decisivos por grupos minoritarios de origen judío, y conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Con una población de alrededor de 7,35 millones de habitantes, Israel es el único Estado judío del mundo.
Pero cuando hablamos de Israel, hablamos (por extensión) de la referencia más significante de un sistema capitalista globalizado que controla gobiernos, países, sistemas económicos productivos, bancos centrales, centros financieros, arsenales nucleares y complejos militares industriales.
Cuando hablamos de Israel, hablamos antes que nada de un diseño estratégico de poder mundial que lo protege, interactivo y totalizado, que se concreta mediante una red infinita de asociaciones y vasos comunicantes entre el capital financiero, industrial y de servicios que convierte a los países y gobiernos en gerencias de enclave.
El lobby sionista que sostiene y legitima la existencia de Israel, no es un Estado en el lejano Medio Oriente, sino un sistema de poder económico planetario (el sistema capitalista) de bancos y corporaciones trasnacionales con judíos dominando la mayoría de los paquetes accionarios o hegemonizando las decisiones gerenciales desde puestos directrices y ejecutivos.
Quien se tome el trabajo de investigar el nombre de los integrantes de los directorios o de los accionistas de la grandes corporaciones y bancos transnacionales estadounidenses y europeos que controlan desde el comercio exterior e interior hasta los sistemas económico productivos de los países, tanto centrales como "subdesarrollados" o "emergentes", podrá fácilmente comprobar que (en una abrumante mayoría) son de origen judío.
Los directivos y accionistas de las primeras treinta megaempresas trasnacionales y bancos (las más grandes del mundo) que cotizan en el indice Dow Jones de Wall Street, son mayoritariamente de origen judío.
Megacorporaciones del capitalismo sin fronteras como Wal-Mart Stores, Walt Disney, Microsoft, Pfizer Inc, General Motors, Hewlett Packard, Home Depot, Honeywell, IBM, Intel Corporation, Johnson & Johnson, JP Morgan Chase, American International Group, American Express, AT & T, Boeing Co (armamentista), Caterpillar, Citigroup, Coca Cola, Dupont, Exxon Mobil (petrolera), General Electric, McDonalds, Merck & Co, Procter & Gamble, United Technologies, Verizon, son controladas y/o gerenciados por capitales y personas de origen judío.
Estas corporaciones representan la crema de la crema de los grandes consorcios trasnacionales judeo sionistas que, a través del lobby ejercido por las embajadas estadounidenses y europeas, dictan y condicionan la política mundial y el comportamiento de gobiernos, ejércitos, o instituciones mundiales oficiales o privadas.
Son los amos invisibles del planeta: los que manejan a los países y a presidentes por control remoto, como si fueran títeres de última generación.
Quien investigue con este mismo criterio, además, los medios de comunicación, la industria cultural o artística, cámaras empresariales, organizaciones sociales, fundaciones, organizaciones profesionales, ONGs, tanto en los países centrales como periféricos, se va a sorprender de la notable incidencia de personas de origen judío en sus más altos niveles de decisión.
Las tres principales cadenas televisivas de EEUU (CNN, ABC, NBC y Fox) , los tres principales diarios (The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post) están controlados y gerenciados (a través de paquetes accionarios o de familias) por grupos del lobby judío, principalmente neoyorquino.
Asimismo como las tres más influyentes revistas (Newsweek, Time y The New Yorker), y consorcios hegemónicos de Internet como Time-Warner (fusionado con América on Line) o Yahoo, están controlados por gerenciamiento y capital judío que opera a nivel de redes y conglomerados entrelazados con otras empresas.
Colosos del cine de Hollywood y del espectáculo como The Walt Disney Company, Warner Brothers, Columbia Pictures, Paramount, 20th Century Fox, entre otros, forman parte de esta red interactiva del capital sionista imperialista.
La concentración del capital mundial en mega-grupos o mega-compañías controladas por el capital sionista, en una proporción aplastante, posibilita decisiones planetarias de todo tipo, en la economía, en la sociedad, en la vida política, en la cultura, etc., y representa el aspecto más definitorio de la globalización impuesta por el poder mundial del sistema capitalista imperial.
El objetivo central expansivo de este capitalismo sionista trasnacionalizado es el control y el dominio (por medio de las guerras de conquista o de "sistemas democráticos) de recursos naturales y sistemas económico - productivos, en un accionar que sus defensores y teóricos llaman "políticas de mercado".
El capitalismo transnacional, a escala global, es el dueño de los estados y sus recursos y sistemas económico- productivos, no solamente del mundo dependiente, sino también de los países capitalistas centrales.
Por lo tanto los gobiernos dependientes y centrales son gerencias de enclave ( por izquierda o derecha) que con variantes discursivas ejecutan el mismo programa económico y las mismas líneas estratégicas de control político y social.
Este capitalismo transnacional "sin fronteras" del lobby sionista que sostiene al Estado de Israel se asienta en dos pilares fundamentales: la especulación financiera informatizada (con asiento territorial en Wall Street ) y la tecnología militar-industrial de última generación (cuya expresión máxima de desarrollo se concentra en el Complejo Militar Industrial de EEUU).
El lobby sionista internacional, sobre el cual se asientan los pilares existenciales del Estado de Israel, controla desde gobiernos, ejércitos, policías, estructuras económicos productivas, sistemas financieros, sistemas políticos, estructuras tecnológicas y científicas, estructuras socio-culturales, estructuras mediáticas internacionales, hasta el poder de policía mundial asentado sobre los arsenales nucleares, los complejos militares industriales y los aparatos de despliegue militar de EEUU y de las potencias centrales.
A ese poder, y no al Estado de Israel, es al que temen los presidentes, políticos, periodistas e intelectuales que callan o deforman a diario los genocidios de Israel en Medio Oriente temerosos de quedar sepultados de por vida bajo la lápida del "antisemitismo".
B) El lobby imperial
El lobby sionista pro-israelí, la red del poder oculto que controla Casa Blanca, el Pentágono y la Reserva Federal no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wall Street. Un detalle a tener en cuenta, para no confundir la religión con el mito y el negocio.
Cuando se refieren al lobby sionista (al que llaman lobby pro-israelí) la mayoría de los expertos y analistas hablan de un grupo de funcionarios y tecnócratas, en cuyas manos está el diseño y la ejecución de la política militar norteamericana.
A este lobby de presión se le atribuye el objetivo estratégico permanente de imponer la agenda militar y los intereses políticos y geopolíticos del gobierno y el Estado de Israel en la política exterior de EEUU.
Como definición, el lobby pro-israelí es una gigantesca maquinaria de presión económica y política que opera simultáneamente en todos los estamentos del poder institucional estadounidense: Casa Blanca, Congreso, Pentágono, Departamento de Estado, CIA y agencias de la comunidad de inteligencia, entre los mas importantes.
Por medio de la utilización política de su poder financiero, de su estratégica posición en los centros de decisión, los grupos financieros del lobby ejercen influencia decisiva en la política interna y externa de EEUU, la primera potencia imperial, además de su papel dominante en la financiación de los partidos políticos, de los candidatos presidenciales y de los congresistas.
A nivel imperial, el poder financiero del lobby se expresa principalmente por medio de la Reserva Federal de EEUU, un organismo clave para la concentración y reproducción del capital especulativo a nivel planetario.
El corazón del lobby sionista estadounidense es el poderoso sector financiero de Wall Street que tiene directa implicancia y participación en el nombramiento de funcionarios claves del gobierno de EEUU y de los órganos de control de política monetaria e instituciones crediticias (nacional e internacional) con sede en Washington y Nueva York.
Los organismos económicos financieros internacionales como la OCDE, el Banco Mundial, el FMI, están bajo directo control de los bancos centrales y de los gobiernos de EEUU y de las potencias controladas por el lobby sionista internacional (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Japón, entre las más relevantes).
Organizaciones y alianzas internacionales como la ONU, el Consejo de Seguridad y la OTAN están controlados por el eje sionista USA-Unión Europea cuyas potencias centrales son las que garantizan la impunidad de los exterminios militares de Israel en Medio Oriente, como sucedió con la última masacre de activistas solidarios con el pueblo de Gaza.
Las principales instituciones financieras del lobby (Goldman Sachs, Morgan Stanley, Lehman Brothers, etc) y los principales bancos (Citigroup, JP Morgan y Merrill Lynch, etc), influyen decisivamente para el nombramiento de los titulares de la Reserva Federal, el Tesoro, y la secretaría de Comercio, además de los directores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
C) El mito del "antisemitismo"
A este fenómeno de "poder capitalista mundial" judío, y no a Israel, es lo que temen los presidentes, políticos, periodistas, e intelectuales que evitan puntillosamente condenar o nombrar los periódicos genocidios militares de Israel en Gaza, repitiendo lo que ya hicieron durante la masacre israelí en Libano en el 2006.
La gran complicidad internacional con las masacres periódicas israelíes no se gestan por miedo al Estado de Israel sino por miedo a lo que representa el Estado de Israel.
No se trata de Israel, un Estado sionista más, sino del "Gran Israel", (con territorio robado a los palestinos), de la cual todos los judíos del mundo son aparte y tambien sufren sus masacres.
No se trata de Israel, sino de las poderosas organizaciones y comunidades judías tanto como no judia sionista mundiales que apoyaron en bloque el genocidio militar de Israel en Gaza, que utilizan su poder y "escala de prestigio" (construida mediante su victimización histórica con el Holocausto) para convertir en un leproso social al que se atreva criticar o a levantar la voz contra el exterminio militar israelí en Gaza.
Si bien hay un grupo de intelectuales y de militantes judíos de izquierda (entre ellos Chomsky y Gelman, entre otros) que condenaron y protestaron contra el genocidio israelí en Gaza, la mayoría abrumante de las comunidades y organizaciones judías a escala planetaria apoyaron explícitamente la masacre de civiles en Gaza argumentando que se trataba de una "guerra contra el terrorismo".
A pesar de que Israel no invadió ni perpetró un genocidio militar en Gaza con la religión judía, sino con aviones F-16, misiles, bombas de racimo, helicópteros Apache, tanques, artillería pesada, barcos, sistemas informatizados, y una estrategia y un plan de exterminio militar en gran escala, quien cuestione esa masacre es condenado por "antisemita" por el poder judío mundial distribuido por el mundo.
A pesar de que el lobby judío sionista que controla Israel, tanto como la Casa Blanca, el Tesoro y la Reserva Federal de EEUU no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wall Street, el que lo critique es tildado de inmediato como "antisemita" o "nazi" por las estructuras mediáticas y culturales controlados por el poder judío mundial.
Las campañas de denuncia de antisemitismo con las que Israel y las organizaciones judías buscan neutralizar a las criticas contra la masacre, abordan la cuestión como si el sionismo judío (sostén del estado de Israel) fuera una cuestión "racial" o religiosa, y no un sistema de dominio imperial que abarca interactivamente el plano económico, político, social y cultural, superando la cuestión de la raza o de las creencias religiosas.
El lobby sionista no controla el mundo con la religión: lo maneja con bancos, trasnacionales, hegemonía sobre los sistemas económicos-productivos, control sobre los recursos naturales, control de la red informativa y de manipulación mundial, y manejo de los valores sociales a través de la publicidad, la cultura y el consumo estandarizado y globalizado por los medios de comunicación.
En definitiva, el lobby judío no representa a ninguna sinagoga ni expresión racial, sino que es la estructura que maneja el poder mundial a través del control sobre los centros económicos-financieros y de decisión estratégica del sistema capitalista expandido como civilización "única".
Antes que por la religión y la raza, el lobby sionista y sus redes se mueven por una ideología política funcional: el sionismo capitalista-imperial que antepone el mercado, la concentración de riqueza, la "política de negocios", a cualquier filosofía que roce las nociones del "bien" o del "mal" entendidos dentro de parámetros sociales.
Entonces: ¿De qué hablan cuando hablan de "antisemitismo" o de "anti-judaismo religioso? ¿En que parámetros referenciales se basa la condición de "antisemita"? ¿Quién es antisemita? ¿Quién critica a los judíos por su religión o por su raza en las sociedades del mundo?
A lo sumo, a los judíos, como está probado en la realidad social de cualquier país, no se los critica por su religión o condición racial sino por su apego excesivo al status del dinero (también cultivado por otras colectividades) y a integrar estructuras o jerarquías de poder dentro de un sistema injusto de opresión y de explotación del hombre por el hombre, como es el sistema capitalista.
Salvo los grupos minoritarios de fanáticos y racistas que sólo se representan a sí mismos, en las sociedades (salvo el nazismo alemán y algunas excepciones) casi nunca hubo "persecución religiosa o racial" del judío, si no que hubo una asociación del judío con la "peor cara del capitalismo", representada en el sistema económico-financiero especulativo.
En resumen:
El lobby sionista que protege al Estado de Israel (por "derecha" y por "izquierda) esta conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Sus redes se expresan a través de una multiplicidad de organizaciones dedicadas a promover el actual modelo global, entre las que se cuentan principalmente: The Hudson Institute, The RAND Corporation, The Brookings Institution, The Trilateral Commission, The World Economic Forum, Aspen Institute, American Enterprise Institute, Deutsche Gesellschaft für Auswärtigen Politik, Bilderberg Group, Cato Institute, Tavestock institute, y el Carnegie Endowment for International Peace, entre otros.
Todos estos think tanks o "bancos de cerebros", reúnen a los mejores tecnócratas, científicos y estudiosos en sus respectivos campos, egresados de los las universidades de EEUU, Europa y de todo el resto del mundo.
El lobby no responde solamente al Estado de Israel (como afirman los analistas de la "cara derechista" de los neocons) sino a un poder mundial sionista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y del resto de los Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos.
El lobby no solamente está en la Casa Blanca sino que abarca todos los niveles de las operaciones del capitalismo a escala trasnacional, cuyo diseño estratégico está en la cabeza de los grandes charmans y ejecutivos de bancos y consorcios multinacionales que se sientan en el Consenso de Washington y se reparten el planeta como si fuera un pastel.
Ni la izquierda ni la derecha partidaria hablan de este poder "totalizado" por la sencilla razón de que ambas están fusionadas (a modo de alternativas falsamente enfrentadas) a los programas y estrategias del capitalismo trasnacional que controla el planeta.
Por lo tanto, y mientras no se articule un nuevo sistema de comprensión estratégica (una "tercera posición" revolucionaria del saber y el conocimiento) el poder mundial que controla el planeta seguirá perpetuándose en las falsas opciones de "izquierda" y "derecha".
Y el lobby judío de "derecha" de los republicanos conservadores seguirá sucediendo al lobby judío "de izquierda" de los demócratas liberales en una continuidad estratégica de las mismas líneas rectoras del Imperio sionista mundial.
Y las masacres del Estado de Israel seguirán, como hasta ahora, impunes y protegidas por las estructuras del sistema de poder mundial sionista capitalista que lo considera como su "patria territorial".
LA ESTRELLA SIONISTA
Sabemos que este exagrama tienes sus origenes ocultista desde tiempos babilonicos, sabemos que esto comenzó mucho antes que el rey David naciera.
En Dinamarca una bruja se llama heks y, en alemán una bruja que se llama Hex
Una bruja holandesa se llama heks Incluso en Inglés todavía se habla de poner un maleficio a alguien (hex, en latín es maleficio)
Todo esto está relacionado con el hexagrama/estrella de seis puntas, el símbolo más poderoso de la brujería y la magia negra.
El hexagrama fue traído al pueblo judío por Salomón cuando él se convirtió a la brujería, al satanismo y la idolatría al final de su vida.
David no tenía absolutamente nada que ver con el hexagrama y la estrella, en modo alguno, el pueblo del creador. Salomón se entregó al culto satánico y construyó altares para Ashtoreth y Moloch (Saturno).
El hexagrama nunca fue un símbolo judío. Luego, en 1800, en Alemania, fue adoptada por Mayer Rothschild como emblema de su familia.
La estrella de seis puntas fue utilizada como escudo de armas de la familia Rothchild. Es difícil precisar la fecha en que el hexagrama de la estrella de seis puntas se hizo conocida como la llamada Estrella de David.
1973 fue el año en que el Magen David fue adoptado como un nombre judío por la Sociedad de Publicaciones Judías de América. Ni siquiera se menciona en las búsquedas en la literatura rabínica.
Aparte de este hecho, nadie parece saber cuándo o cómo lo oculto o la satánica estrella, se convirtió en la estrella de David.
El gurú financiero Mayer Amschel Bauer (quien más tarde se rebautizó como "Rothschild", que significa escudo rojo) era ampliamente conocido como ocultista y satanista.
Una casa de huéspedes, escribió en sus memorias que la mesa de la familia Rothschild siempre tenía un plato extra para el otro dios, Satanás. La familia de banqueros Rothschild es ahora, sin duda, una de las familias más poderosas del mundo. Así es el símbolo de la bandera de la Tierra Santa (Israel) es el símbolo más importante en el satanismo y el ocultismo, y esto no es casualidad.
Tiene que ver con sus fundadores: La familia Rothschild ocultista.
El documento más importante en la historia de Israel es la llamada Declaración Balfour en la que el gobierno británico aprueba el establecimiento del Estado judío. El destinatario era lord Rothschild.
La poderosa familia Rothschild se ha mantenido oculta y siempre ha tenido fuertes lazos con la Masonería, cuyo objetivo (y son muy francos al respecto).