EL ORIGEN DE SAN VALENTIN PAGANO QUE TODOS CELEBRAN HOY.
Las Fiestas Lupercales eran, en la Antigua Roma, unas fiestas que se celebraban el 15 de febrero. Su nombre deriva de ‘lupus’ (lobo, animal que representa al dios Fauno que tomó el sobrenombre de Luperco) e ‘hircus’ (macho cabrío, un animal impuro).
Esta fecha tiene gran repercusión comercial y mediática. Pero lo cierto es que este día resignificado por la Iglesia Católica con la historia San Valentín, se origina en fiestas paganas del pueblo de la Antigua Roma.
Muchos creen que el día de los enamorados se conmemora el martirio de San Valentín, mártir de la cristiandad. Pero antes de la era cristiana, la fecha conmemoraba una de las celebraciones más grandes de la Italia antigua: las paganas Fiestas Lupercales.
Evandro, hijo de Mercurio y de una ninfa, llevó a los primeros itálicos hacia el monte Palatino donde fundó Palanteo, la ciudad que sería la abuela de Roma. Fue este rey mitológico quien ordenó la instauración de un festival donde se mezclaban las tradiciones antiguas de la caza y la trashumancia (el pastoreo nómada) con los rituales más complejos de las sociedades sedentarias.
Sucede que en el hemisferio norte el 15 de febrero marca el final del invierno y el comienzo de la primavera, para los pueblos de la antigüedad se acercaba la época de comenzar a trabajar las tierras para la cosecha.
Los rituales propiciatorios de la fertilidad, que bendijeran la tierra, eran de una importancia nodal para la supervivencia en un mundo donde una sequía o una plaga podían significar la aniquilación.
Los ítalos llegaron a la región de Lacio con sus dioses a cuestas y también abrazaron el culto a deidades griegas, muy extendidas en el mundo Mediterráneo. Entre estos dioses se encontraba Pan, un fauno (una criatura mitad cabra y mitad hombre) dotado de un gran apetito sexual y que es el responsable de que hoy, según la tradición pagana, sepamos los secretos de la agricultura y el pastoreo.
Un Prometeo lascivo, al que los pueblos antiguos del Lacio le devolvían el favor con grandes festividades sexuales y cambiándole el nombre por el de Fauno Luperco. Fue él quien había encontrado a Rómulo y a Remo en una cueva en el monte Palatino.
La tradición más antigua afirma que se transformó en la loba que amamantó a los bebés para que no murieran. En su honor se celebraron, desde entonces, las grandiosas Fiestas Lupercales.
El Día de San Valentín, como sinónimo del día de los enamorados comenzó a celebrarse hace 15 siglos, concretamente en el año 494 D.C., siendo fomentado por el entonces papa Gelasio I, quien decidió celebrar una festividad católica el 14 de febrero, con el fin de impedir la fiesta pagana de las Lupercales que se celebraba desde la Antigua Roma cada 15 de febrero en honor a Lupercus, protector de los pastores y sus rebaños y como homenaje a la loba que amamantó a los gemelos Rómulo y Remo (fundadores de Roma según las antiguas leyendas).
Esta fue la estrategia de la Iglesia Católica para justificar la instauración, a partir del año 494 d.C, de la celebración del Día de los enamorados en la festividad de San Valentín y al mismo tiempo eliminar la celebración de la fiesta pagana de las Lupercales.
La historia muestra que el origen de esta festividad pagana no era otra cosa que una fiesta de adoración satánica. La iglesia católica trató de maquillarla para que pareciera una festividad diferente, sin embargo los pobladores romanos continuaron festejando su festividad de Lupercalia pero con el nuevo nombre: “Día de San Valentín”.
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