Amados hermanos. Hoy vamos a tocar el origen de la letra J. Aunque también tenemos la letra U. pero nos adentraremos a la J primero. Por lo que demostraremos porque hay tanta mezclas y mentiras a través de los tiempos, con el nombre de JESÚS, JEHOVÁ, JERUSALÉN, ETC, los cuales no eran mencionados de esta forma, lo que logro que con la llegada de la letra J hubiese cambios drásticos en el alfabeto latino, dando así a infinidades de nombres o palabras una falta etimológica de significados, carentes.
Originalmente, en el alfabeto latino, la jota era una variante caligráfica de la i, es decir, una 'i' con una califa alargada. Esta se usaba en la numeración romana al final de un número, cuando éste terminaba con más de una 'I'; por ejemplo: "23" en numeración romana, se escribía "XXIJ". y no. "XXIII". En latín y en las lenguas romances de la Edad Media representaba indistintamente los sonidos I, i:, y j del Alfabeto Fonético Internacional.
Comenzó a tener un uso distintivo en el alto alemán medio, y no fue hasta el siglo XVI cuando se empezó a considerar la 'J' como una letra con valor propio. Fue el gramático italiano Gian Giorgio Trissino (1478–1550) el primero en distinguir la I y la J como representantes de distintos sonidos, en su Epistola del Trissino de le lettere nuvamente aggiunte ne la lingua italiana ("Epístola de Trissino sobre las letras nuevamente agregadas en la lengua italiana") de 1524.3
Originalmente el alfabeto latino constaba de las siguientes letras:
A B C D E F Z H I K L M N O P Q R S T V X
La letra C representaba el fonema G.
La letra I servía tanto para i como para J.
La letra V también servía para dos sonidos U y W.
Latín arcaico
Caligrafía original del alfabeto latino arcaico y sus distintas variantes.
La letra K fue marginada en favor de la C, que entonces tomó los valores de G y K. Probablemente durante el siglo III a.C. la letra Z cayó en desuso, tomando su posición alfabética la letra G, una modificación de la letra C. Según Plutarco. La idea de ponerle un palito a la C para poder diferenciar cuándo representaba al fonema G fue de Spurius Carvilius Ruga. De forma que quedó la representación C = K, G = G. Así el alfabeto volvió a tener 21 letras:
A B C D E F G H I K L M N O P Q R S T V X
La 'J' fue la última letra que se incorporó al alfabeto latino moderno, por parte de Pierre de la Ramée (1515-1572), para distinguirla del valor fonético que había desarrollado la 'I' en las lenguas romances. El nombre "jota" proviene del latín Iota, que es el nombre de la letra griega de la que procede, la cual tenía el sonido de una '"i larga" (i), diferente a ípsilon, que tenía el sonido de una "i breve" (J).
El nombre "jota" proviene del latín Iota que es el nombre de la letra Griega de la que procede la cual tenía el sonido de una '"i larga".
La letra J es una transformación que sufrió la I. Esto explica que la j también tenga un punto arriba. Inicialmente se le conoció como i holandesa. La letra I deriva de la décima letra protosinaítica iod. o "brazo con mano". por eso en griego se le conoce como iota. El punto fue añadido en la edad media para no confundir, en la escritura cursiva, el diptongo latino ui, con el iu; posteriormente se generalizó a todo el uso de la i minúscula.
Y fue hasta el siglo XVI cuando se empezó a considerar la 'J' como una letra con valor propio. Fue el gramático italiano Gian Giorgio Trissino (1478–1550) el primero en distinguir la I y la J como representantes de distintos sonidos.
Entonces ya comprendemos que el Nombre de nuestro Elohe es YAHWEH y de nuestro Salvador es Yahushua. Ya que todo fue planeado para que el nombre fuera Oculto y que las personas No pudieran mencionar el Nombre Verdadero.
La Enciclopedia Americana contiene lo siguiente concerniente a la J:
“La forma de la J era desconocida en cualquier alfabeto hasta el siglo 14. Los dos símbolos (J, I) usados recientemente, tenían generalmente, el sonido de la consonante Y como en yate, gradualmente, los dos símbolos (J, I) fueron diferenciados, la “J” por lo general adquirió la fuerza de una consonante y de esta manera llegó hacer considerada como una consonante, y la “I” se convirtió en una vocal. No fue sino hasta 1630 en que la diferenciación llegó a Inglaterra.”
El Nuevo Libro del Conocimiento expresa:
“La J es la decima letra del alfabeto inglés y es la más joven de las 26 letras. Esta es una descendiente de la letra I, y generalmente, no fue considerada como una letra independiente hasta el siglo 17. La historia primitiva de la J, es la misma historia de la letra I. la I es una descendiente de la hebrea y fenicia Yod y de la letra griega iota. (volumen 10, 1992)
El Diccionario Random House de la Lengua Inglesa explica esto, acerca de la letra J:
“La J es la décima letra del alfabeto inglés y fue desarrollada como una variante de la letra I en latín medieval; excepto por la preferencia de la J como una letra inicial, ambas fueron usadas intercambiablemente, ambas servían para representar la vocal (i) y la consonante (Y). Más tarde a través de una determinación ésta llego ser distinguida como un signo separado, adquiriendo su presente valor fonético bajo la influencia del idioma francés.”
La Enciclopedia Británica, 11a edición, ofrece la siguiente información referente a la J:
“La J, una letra del alfabeto, el cual en lo que a su forma concierne, es sólo una modificación de la letra I Latina y antecede con un valor separado sólo hasta el siglo 15. Esta fue usada primero como una forma especial de la inicial I, la forma ordinaria está siendo mantenida para el uso en otras posiciones. Sin embargo, en muchos casos la inicial i tuvo el valor de la Y en inglés como en iugum. (yugo), &c., el símbolo llegó ser usado con el valor de la Y, un valor que aún se conserva en Alemania: ¡Ja! Jung, &c. Primeramente, esta se pronuncia en inglés como un fonema d-z-h. La gran mayoría de las palabras en inglés que empiezan con la letra J son de origen extranjero (la mayoría francesas), tales como ‘jaundice’, ‘judge’”… (pg 103).
La Enciclopedia Funk and Wagnalls (edición 1979), volumen 14, pg. 94 asevera referente a la J:
“La J es la décima letra y la séptima consonante en el alfabeto inglés. Esta es la última letra que fue añadida a las escrituras inglesas y ha sido insertada en el alfabeto después de la I, de donde empezó su desarrollo, lo mismo que la V y la W siguen a la U, la letra de donde estas provienen. En esencia, la J fue una mera variación de la I. La J apareció primero en la época romana, cuando ésta se usaba a veces para indicar la i larga con sonido de vocal pero, a menudo esta se usaba intercambiablemente con la I. Los romanos pronunciaban la I en algunas palabras, como si ésta fuera una vocal como, iter. Y como una semivocal en otros, por ejemplo: iuvenis. Deletreado actualmente juvenis. No obstante, la única diferencia en deletrearlo fue el uso ocasional de la doble i para el sonido de la Y por ejemplo, en maiior, actualmente deletreado mayor. En la Edad Media la forma alargada de la (j) fue usada como un mecanismo decorativo, muy a menudo como inicial y en series numerales; en antiguos manuscritos franceses indican el numeral 4 con las letras correspondientes iiij. El uso de la letra J como una inicial, la condujo últimamente a su uso especializado para indicar dos sonidos, el antiguo sonido de la semivocal y, encontrado en el alemán y en el nuevo sonido de la consonante paladial (z) y (dz) encontrado en el francés, español e inglés. No fue sino hasta mediados del siglo 17 que su uso llegó ser universal en los libros ingleses; en la Biblia King James versión 1611 por ejemplo, las palabras Jesus y judge. Eran invariablemente Iesus y iudge. Mucho tiempo después de la invención de la imprenta, la J llegó a ser sólo una mera variación caligráfica de la i (la cual en Latín podía ser vocal o semivocal), y la J, llegó a ser restringida únicamente, a una función de consonante.
“En inglés, la J tiene el sonido compuesto de d. + zh. como en journal. Por otro lado, en francés, el único sonido dado a la letra j es zh, como en jour. El alemán ha mantenido su sonido original de la consonante i Latina, como en jahr. y España ha introducido el nuevo sonido parecido a la gutural kh, como en jerez. En el inglés medio (1100 a 1500), antes de la diferenciación de la i y la j, la combinación de gi fue se usaba a veces para representar los sonidos dzh, tales como en Giew en vez de Jew, y en tiempos recientes la g suave, es usada para el mismo sonido como en general…”
Los siguientes criterios, tampoco dejan ninguna duda en cuanto a la correcta y apropiada pronunciación del Nombre de Yahweh:
“La pronunciación Yahweh se expresa por la transliteración del nombre al griego en la literatura cristiana primitiva en la forma de iaoue (Clemente de Alejandría) o iabe (Teodoreto: en aquel tiempo la B. griega, tenía la pronunciación de V). Estrictamente hablando, Yahweh es el único ‘nombre’ de Dios. En el libro de Génesis, en cualquier lugar que aparece la palabra shem (‘nombre’) y está asociada con el divino Ser, ese Nombre es Yahweh,” El Diccionario Bíblico de Eerdman, 1979 pg. 78.
La V, en Latín, mencionaba aquí, tiene el mismo sonido que la W en el inglés. Compartiendo una cercana afinidad con la U (El Diccionario Latín de Harper). Por esto es que la W (“doble u”) es formada de dos Vs. La V fue usada primero como una vocal. Sólo después se convirtió en una consonante. La V proviene de la U, la cual la sigue en el alfabeto.
Se sustenta ahora, qué el nombre original fue IAUE, p.ej., Jahve., o con los valores de las letras inglesas Yahweh, y con cualquiera de estas dos formas se usa ahora frecuentemente por los escritores en la religión de los hebreos:” (Diccionario Inglés De Oxford referente a “Jehová”)
“La expresión de Dios, ‘YO SOY EL QUE SOY’, está sin duda conectada con su Nombre el cual está escrito en el texto hebreo con las consonantes YHWH, la pronunciación original la cual está bien sustentada, como Yahweh”. (Enciclopedia Católica, 1967, Vol. 5, pg. 743).
La semejante conclusión de otorgar ‘Yahweh’ como la pronunciación del nombre, es confirmada por el testimonio de los patriarcas y escritores gentiles, donde aparecen las formas IAO. Yaho. Yaou. Yahouai. y Yahoue. Es muy importante la afirmación de Teodoreto en relación a Exo. lvi., cuando él explica: “Los Samaritanos lo llamaron [al Tetragrámmaton] ‘Yabe.’ los judíos lo llamaron ‘Aia’.” La nueva Enciclopedia Religiosa Schaff-Herzog, “Yahweh,” pg. 471.
En los Escritos en la Biblia Arqueológica Revisada, el Catedrático Anson F. Rainey, Profesor de Lingüística Semítica en la Universidad de Tel-Aviv, confirma que Yahweh es la pronunciación correcta: “Yo cito la evidencia de los papiros griegos encontrados en Egipto. El mejor de estos es Iaoue (Londres Papiry, , 446-483). Clemente de Alejandría dijo, ‘El místico nombre que es llamado el Tetragrámmaton… es pronunciado Iaoue, el cual significa, “El Que Es y el Que Será.’ ”La evidencia interna del idioma hebreo es igualmente fuerte y confirma la exactitud de las transcripciones griegas. Yahweh proviene de una raíz verbal desarrollada del pronombre de la tercera persona, huwa. hiya. En la tradición judía está prohibido pronunciar el Sagrado Nombre y su verdadera pronunciación está supuesta a permanecer en secreto. El hecho es que los judíos masoretas (Quienes colocaron los signos diacríticos en el texto hebreo) tomaron prestadas las vocales de otra palabra, ya sea de Adonày ‘mi señor(es),’ o de Elohim ‘Dios.’ Ellos evitaron abreviar cada vocal en éste préstamo debido a que éste podría conducir a los lectores de la sinagoga a cometer un error y pronunciar correctamente la primera silaba del Sagrado Nombre, es decir, Ya. La forma vocalizada que uno encuentra en la Biblia Hebrea es usualmente Yehowah, de la cual obtenemos en el inglés la forma Jehovah. Yehowah - Jehová, no es más que una falsa palabra, ésta nunca fue usada en la antigüedad; los lectores de las sinagogas veían Yehowah en sus textos y lo leían Adonày’. (BAR, Sep.-Oct. 1994).
La Letra “J” fue introducida a las escrituras en el siglo XVI por Pedro Galatino confesor del Papa Leon X. En lugar de la ”J”. lo que la letra original es la letras más pequeñita del alefato Hebreo. Con la cual empieza el Shem = Nombre, Yod en hebreo nuevo Yud trasliterada a nuestro idioma como I con dicha pronunciación.
Así que Jehová, Jesus, Jerusalem, José, José, Jonás, Juan, Jordan, jov, Judío, Judea y las demás cosas que contienen letra J en español, en francés, en inglés, etc... no tienen una existencia en el idioma Hebreo. siendo que en el hebreo es contada como una I latina
La letra W, es considerada como doble U, UVE DOBLE, en el idioma ingles las 4 letras es YHWH, siendo que es considerada como doble U, su pronuciacion seria YHUH.
Juan 8:32
Ustedes conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Veamos las verdaderas pronunciaciones de los nombre de los personajes de las escrituras con la letra J, Tambien fueron cambiados para causar confusión.
Yahoshùa - no Josue
Shoftim. -- no Jueces
YirmeYahu - no Jeremias
Yael -- no Joel.
Yahanan. - - no Juan
Yonas - - -- - no Jonas.
Yahushalaim---- no Jerusalem
Asi han cambiado nombres y palabras en las escrituras que no tiene ningun significado, debemos entender que estamos en tiempos de Restauración y YAHWEH esta dando a Pueblo conocer su Nombre.
Isaías 52:6
¡Por lo tanto, mi pueblo conocerá Mi Nombre; ° porque Yo soy Él, el que habla, Yo estoy presente."
Sofonias 3:9
Para ese entonces purificaré los labios de los pueblos, para que todos invoquen el nombre de YAHWEH, y le sirvan de común acuerdo.
Inicios de la Época Moderna
Desde el siglo XVI se fueron diferenciando los sonidos de la «J» y de la «I». La forma de la «U» se diferenciaba de la «V» ocasionalmente pero la separación no se convertiría en una norma hasta el siglo XVIII.
Con la aparición de la imprenta, apareció la tipografía latina con formas tomadas de varias modalidades de minúsculas al uso en el siglo XV, como los tipos góticos letra gótica y los tipos romanos, que fueron una adaptación tipográfica de la escritura humanística utilizada en Italia durante toda la centuria.
Época Moderna
Distribución mundial del alfabeto latino.
El verde oscuro muestra las áreas donde es la única forma de escritura. El verde claro indica los países donde coexiste con otras formas de escritura.
En el siglo XVIII se adoptaron la «J» y la «U», quedando establecidas las 26 letras del alfabeto latino básico tal como las conocemos actualmente:
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
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