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jueves, 24 de octubre de 2019

NO DEJES QUE LA ENVIDIA CONTAMINE TU ALMA.

NO DEJES QUE LA ENVIDIA CONTAMINE TU ALMA.
 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
Veamos. ¿QUE ES LA ENVIDIA? Es un resentimiento profundo y a menudo contrario hacia otra persona que posee algo que deseamos. Es un anhelar enfermizo de lo que alguien tiene, pero a su vez es un sentirse inferior e incapaz de conseguirlo, que lo llevara a cometer cualquier locura para destruir a ese RIVAL.

Proverbios 14:30
Una mente tranquila da salud al cuerpo, mas la envidia come los huesos.

Proverbios 27:4
La furia es cruel y la ira impetuosa, pero ¿Quién se puede enfrentar a la envidia?

Las personas envidiosas aparentemente asumen todo con gran sentido del humor, pero en realidad están disimulando su envidia a través de la burla, que es su arma preferida para hacer sentir mal al otro.

Veamos.
Personas que no van de frente.
No atacará directamente, pero estará siempre al acecho para resaltar tus debilidades o errores con una sonrisa en los labios. Es su forma de hacerte sentir inferior. Y si le preguntas qué ha querido decir, es probable que incluso se ofenda y se enfade.

Personas que van de frente.
Esta persona ataca directamente. Para hacerle sentir mal a su prójimo. Normalmente se trata de personas inseguras, con una personalidad agresiva. Se ocupan en detallar tus defectos para intentar que no puedas disfrutar de lo que haz logrado.

Se mantienen atentas, de manera que ante cualquier pequeña señal de éxito, te recordarán un fracaso o un error anterior, o que no te lo mereces. Este tipo de personas envidiosas son de mucho cuidado ya que tampoco dudarán en poner obstáculos en tu camino, para impedir que tengas más éxito. Esto se da mucho en los trabajos y grupos sociales.

Envidioso pesimista.
Su objetivo es consumir tu integridad y echar por tierra tu motivación. Cualquier noticia positiva que le des y que pueda generarle envidia, la contradecira recurriendo a argumentos negativos con el único objetivo de deprimirte.

Por ejemplo, si le cuentas que acaban de contratarte en una empresa excelente, te dirá que seguro aprovecharán cualquier excusa para despedirte o se dedicará a enumerar diferentes razones por las que, según él/ella esa empresa en realidad no es tan buena.

Envidiosos competitivos.
Esta persona no te dirá nada abiertamente, pero su actitud y sus actos lo dicen todo. Está pendiente de cada pequeño detalle de tu vida, para rivalizarte. Si compras un móvil, se apresura a comprar otro que sea mucho mejor, si cambias el sofá, se apresura a comprar otro más grande y de mejor calidad.

Estará pendiente de como tener siempre algo mejor.
Es el tipo de personas envidiosas que nunca están satisfechas con lo que tienen, por lo que desean continuamente lo que tienen los demás e incluso pretenden generar envidia en ti y eso los hace felices.

Envidioso al asecho.
Esta persona tampoco te dirá nada, al menos al inicio. Son silenciosa que ve pasar tu vida con envidia. Cuando finalmente cometes un error, fracasas o algo te va mal, aprovecha ese momento de bajón para poner el dedo en la llaga. Su frase preferida es: “¡Te lo había dicho!”, la cual esconde una profunda satisfacción porque se siente superior.

De todas éstas cosas está infectado éste mundo, y muchos creen que nadie los ve. Pero si YAHWEH nuestros Creador esta mirandonos todo lo que hacemos. Por eso es bueno que a tiempo podamos tratar este PECADO, una obra de la carne maliciosamente peligrosa porque a los ojos de YAHWEH no está bien.

Ahora, la envidia no es envidiable en la mente de las personas envidiosas. O sea, para decir que algo es muy bueno, se afirma que “es envidiable”. Sin embargo, la envidia es uno de los sentimientos más dañinos que existe y por eso debemos actuar con prontitud sobre ella.

Porque causa daño a quien la experimenta y también a quien es objeto de ella ya que a menudo esa persona se ve obligada a esquivar todo tipo de obstáculos que los envidiosos colocan en su camino.

La envidia es un sentimiento corrosivo que puede llegar a arruinar la vida de cualquiera; es como beber veneno y esperar que la otra persona muera.

La persona envidiosa se siente inferior, por lo que en lo más profundo de sí cree que jamás podrá llegar a ser tan feliz, capaz, o listas como los demás, y por eso alimenta la envidia.

Sin embargo, las personas envidiosas suelen ser muy competitivas, siempre quieren obtener más que los demás, pero a diferencia de los otros, no eligen estrategias de colaboración sino que prefieren ir por su cuenta, aunque ello implique peores resultados para todos.

De esta forma, alimentar la envidia es como cavar el pozo donde decidimos enterrar la felicidad. Por eso, la envidia nunca es envidiable.

Ahora nos preguntamos, ¿Cómo lidiar con las personas envidiosas? Porque no podemos evitar que alguien nos envidie. Y en muchos casos tampoco podemos hacer nada para atenuar la envidia de los demás. Ya que estas personas tienen una forma muy peculiar de comprender el mundo.

Por tanto, lo más inteligente es intentar mantenernos alejados de ellas. Y estar atentos a los obstaculos que pueden ponernos en el camino. Otra alternativa, consiste en resaltar sus propias fortalezas y éxitos, con la esperanza de que la persona envidiosa comprenda que todos somos diferentes y tenemos capacidades distintas.

Porque no es necesario compararse porque no tenemos que ser mejor que los demás. Sino tan solo mejores que nosotros mismos. Pero más importante aún, es que ésas personas necesitan nacer de nuevo. Necesitan un encuentro con Yahushua. Necesitan sentir el perdón de YAHWEH por el mal que han causado.

La Escritura es la mejor para que nos exhorte sobre este mal.

La envidia es tan destructora que la Escrituras la compara con la carcoma de los huesos.

Proverbios 14:30
El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.

Aquí la palabra hebrea que se ha traducido como carcoma, tiene su raíz en una palabra que significa algo que está podrido. Carcoma de los huesos denota por tanto un trastorno grave de la salud por el cual los huesos están en proceso de putrefacción y así es como ve nuestro Creador a la envidia.

Proverbios 17:4
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿Quién podrá sostenerse delante de la envidia?”

Los hijos de Yaacob abrigaban envidia contra su hermano Yosef y así nos dice:

Génesis 37:11:
“Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.”

Eventualmente, esta envidia degeneró en un intento de asesinato que sólo la mano de YAHWEH logró evitarlo. De todos modos.  Yosef terminó siendo vendido en calidad de esclavo por sus propios hermanos y a cosas así, puede conducir la envidia.

Si le hicieran esta pregunta: ¿Es Usted envidioso? ¿Cuál sería su respuesta? De que algunos admitirían para sus adentros que son envidiosos, aunque quizá no se atrevan a admitirlo externamente.

Pero a lo mejor otros, honestamente no sabrían si son o no envidiosos. Si este es su caso, entonces a lo mejor le ayude el saber cuáles son los síntomas de una persona envidiosa.

Veamos:
¿Se siente incómodo cuando alguien que conoce logra éxito en el empeño, donde usted también está tratando de conseguirlo? Digamos que usted en su trabajo hace mucho por su empresa y su mejor amigo, que también trabaja allí. Sin muchos meritos alguno, lo hacienden, viaja, lo premian a fin de año, mientras que usted no le dan ni las gracias por estar allí. ¿Cómo se siente.? ¿Hay en Usted, esa sensación de: por qué él y por qué no Yo,? Pues eso es envidia.

Otro síntoma de la envidia, es la tendencia a criticar a las personas que están tratando de alcanzar lo mismo que nosotros.

Esto justamente es lo que hacen los que critican a otros. Deteriorando la imagen de otros por medio de la crítica. Piensan que van a mejorar su propia imagen y lo que motiva esta conducta es la envidia. No nos sentimos cómodos con el hecho que a otros les vaya mejor que a nosotros y hacemos todo esfuerzo para reducirlo a la más mínima expresión. Eso es envidia.

Otro síntoma de la envidia es la tendencia a maximizar nuestros logros y minimizar los logros de los demás. ¿Es usted ese tipo de persona que cuando se trata de hablar de lo que usted hace lo describe como lo más maravilloso que puede haber, pero cuando se trata de hablar de lo que otro hace lo describe como algo insignificante? Si es así, Usted ha permitido que la envidia se aloje en su corazón.

Debemos reconocer que la envidia es un pecado. Las Escritura dice que la envidia es una obra de la carne. Pues así nos dice:

Gálatas 5:19-21
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías
ENVIDIAS, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas NO HEREDARÁN el Reino de YAHWEH.

La envidia es uno de los miembros de ese conjunto nada digno llamado: Obras de la carne. La envidia por tanto es un pecado, y si desea sacar de su corazón a la envidia, es necesario que comience a ver a la envidia como nuestro Creador la ve. Como pecado que nos separa de Él.

Debemos confesar a YAHWEH, el pecado de la envidia. Cada vez que aflore este malestar porque a otro le está yendo bien, reconózcalo como pecado, y recurra a la presencia de nuestro Yahushua el mesias para confesarlo, como bien lo dice

1 Juan 1:9:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”

No importa las veces que sean necesarias el pedir perdón, pues cada vez que se manifieste la envidia, confiésela a YAHWEH como pecado. Él le perdonará y limpiará su corazón y usted habrá dado un paso importante para librarse de la envidia y su destructor, el mal.

Filipenses 2:4
“no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”

Para derrotar a la envida en nuestros corazones, es necesario que se nos grave en la cabeza que una de nuestras metas es buscar el bien de los demás. Si este pensamiento es parte de nuestro modo natural de pensar, entonces no habrá lugar para la envidia en nuestros corazones.

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